jueves, 31 de enero de 2008

Ángel González - Me basta así

















Si yo fuera Dios
y tuviese el secreto, haría
un ser exacto a ti;
lo probaría
(a la manera de los panaderos
cuando prueban el pan, es decir:
con la boca),
y si ese sabor fuese
igual al tuyo, o sea
tu mismo olor, y tu manera
de sonreír,
y de guardar silencio,
y de estrechar mi mano estrictamente,
y de besarnos sin hacernos daño
-de esto sí estoy seguro: pongo
tanta atención cuando te beso;
entonces,si yo fuese Dios,
podría repetirte y repetirte,
siempre la misma y siempre diferente,
sin cansarme jamás del juego idéntico,
sin desdeñar tampoco la que fuiste
por la que ibas a ser dentro de nada;
ya no sé si me explico, pero quiero
aclarar que si yo fuese
Dios, haría
lo posible por ser Ángel González
para quererte tal como te quiero,
para aguardar con calma
a que te crees tú misma cada día,
a que sorprendas todas las mañanas
la luz recién nacida con tu propia
luz, y corras
la cortina impalpable que separa
el sueño de la vida,
resucitándome con tu palabra,
Lázaro alegre,
yo,
mojado todavía
de sombras y pereza,
sorprendido y absorto
en la contemplación de todo aquello
que, en unión de mí mismo,
recuperas y salvas, mueves, dejas
abandonado cuando -luego- callas...(Escucho tu silencio.
Oigo
constelaciones: existes.
Creo en ti.
Eres.
Me basta.

miércoles, 23 de enero de 2008

Jorge Bucay - Quiero













Quiero que me oigas, sin juzgarme.
Quiero que opines, sin aconsejarme.
Quiero que confíes en mi, sin exigirme.
Quiero que me ayudes, sin intentar decidir por mi
Quiero que me cuides, sin anularme.
Quiero que me mires, sin proyectar tus cosas en mi.
Quiero que me abraces, sin asfixiarme.
Quiero que me animes, sin empujarme.
Quiero que me sostengas, sin hacerte cargo de mi.
Quiero que me protejas, sin mentiras.
Quiero que te acerques, sin invadirme.
Quiero que conozcas las cosas mías que más te disgusten,
que las aceptes y no pretendas cambiarlas.
Quiero que sepas, que hoy,
hoy podés contar conmigo.

Sin condiciones.

lunes, 14 de enero de 2008

Ángel González - Eso era amor











Le comenté:

- Me entusiasman tus ojos.

Y ella dijo:

- ¿Te gustan solos o con rímel?

- Grandes, respondí sin dudar.

Y también sin dudar me los dejó en un plato y se fue a tientas.

sábado, 12 de enero de 2008

Ángel González - Inmortalidad de la nada

Hace poco nos ha dejado Ángel González, descanse en paz.

Todo lo consumado en el amor
no será nunca gesta de gusanos.

Los despojos del mar roen apenas
los ojos que jamás
—porque te vieron—,
jamás
se comerá la tierra al fin del todo.

Yo he devorado tú
me has devorado
en un único incendio.

Abandona cuidados:
lo que ha ardido
ya nada tiene que temer del tiempo.

martes, 8 de enero de 2008

Juan Ramón Jiménez - El viaje definitivo

Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros
cantando.
Y se quedará mi huerto con su verde árbol,
y con su pozo blanco.

Todas las tardes el cielo será azul y plácido,
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.

Se morirán aquellos que me amaron
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y lejos del bullicio distinto, sordo, raro
del domingo cerrado,
del coche de las cinco, de las siestas del baño,
en el rincón secreto de mi huerto florido y encalado,
mi espíritu de hoy errará, nostáljico...

Y yo me iré, y seré otro, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido...
Y se quedarán los pájaros cantando.

martes, 1 de enero de 2008

Rodolfo Serrano

De todas las historias, y si puedo, he de elegir la nuestra.
La que nunca saldrá en los calendarios ni en los libros escritos.
La que tu y yo dejamos pintada en las paredes y en las sábanas.
Aquella que no tiene hazañas que contar más allá de nosotros.

De todas las más bellas epopeyas, prefiero la marcada
en tus labios benditos, la heroica odisea de una noche contigo.
El cansancio sin sudor de los dioses en cualquier madrugada,
la conquista sin sangre de aquella fortaleza que llamaba tu cuerpo.

De todas las historias, me quedo con tu nombre,
Aunque nadie lo sepa, Aunque ya no sea mío.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

No se de quien es, la verdad...

No sufráis compadres, no me llevo nada
no pongáis alarmas en vuestras alcobas
ni llaméis al cabo que ronca en su almohada
ni sonéis alarmas que ésta no es la hora.

No sufráis compadres, no me llevo nada
Ahora que me marcho, camino flojito,
de puntas y ando hacia el infinito...

No me llevo ni el puesto, ni el ruido, ni el sitio
esos son pretextos, nunca fueron mios!
no me llevo el pan, ni su trigo
ni ningún tesoro, NADA, ya os lo digo...

Si acaso se vienen o se van conmigo
recuerdos, quereres, palabras y amigos
algo de mis padres, muchos de sus años
de cuantos por mi hambre lucharon antaño!
y la mano al hombro de un desconocido
que acunó mi asombro con gesto querido.

No sufráis compadres, no me llevo nada.
Si no estoy, no os valgo.
Si no os doy, no os rento.
Si denuncio invento.
Y si voy,... no salgo.

Ya os conozco mucho y no quiero cuentas.
Ya casi ni escucho, ni lográis la afrenta.
Ya salí del circo que explotáis con vales
en fila de "a cinco" de hombres animales.
Ya tenéis mi nombre, mis huellas, mis cifras
todas cosas ellas que tomo "a rechifla".

No sufráis compadres, no me llevo nada
Aquí queda todo seriamente atado
las leyes, los dogmas y lo estipulado.
Yo me llevo un poco mi risa, mi pena
mi fama de loco y hasta mis cadenas.

Tan sólo en mi retina la luna, las olas,
aguas cristalinas las estrellas todas,
el frescor de un río, un olor de rosa...
me llevo lo mío y os dejo las cosas.